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´El Nuevo Jeremías reflexiona desde su condición de cristiano, sin aditamentos, seguidor de Jesús de Nazaret.

Tú cíñete por tanto los costados, levántate y diles todo lo que yo te ordenaré, no tiembles ante ellos, de lo contrario, te haré temblar ante ellos. Hoy te constituyo en fortaleza, en muro de bronce frente a todo el país, frente a los reyes de Judá y sus jefes, frente a sus sacerdotes y el pueblo del país. Combatirán contra ti, pero no te vencerán.
Jer. 1, 4-5, 17-18

miércoles, 24 de agosto de 2011

TRIUNFO DEL SIMULACRO

En torno a la visita de Benedicto XVI a Madrid, con motivo de las JMJ 2011, se han montado una serie de polémicas que han apartado el foco de las cuestiones fundamentales desde una óptica cristiana avanzada. Nos parece bien que venga el Papa, que se encuentre con la juventud, que acudan libremente los que quieran. ¡Faltaría más! No voy a entrar en el asunto tedioso si han sido más los gastos que los ingresos. A mí como cristiano del siglo XXI lo que me preocupa es el modelo de Cristiandad, alejado del cristianismo, que conllevan estos fastos. Un modelo preconciliar en el que es más relevante la adhesión al líder, la llamada "pastoral de la presencia" (aquí estamos) que los mensajes de solidaridad con los que sufren en una situación de gravísima crisis en España. El mero hecho de que la derecha haya sido una piña en el apoyo a estas Jornadas Mundiales de la Juventud y en la defensa a ultranza del Pontífice frente a las críticas –un tanto histéricas y trasnochadas a veces- de una parte de la izquierda, no deja de ser significativo. Si a eso añadimos el especial mimo que en todo esto ha puesto el reaccionario Presidente de la Conferencia Episcopal Española y los discursos, no menos reaccionarios, que se han licuado en la canícula agosteña… el evento pasa de significativo a revelador. En definitiva, la operación le ha salido muy bien al tándem Rouco/Vaticano, pues se ha ofrecido una imagen de baño de masas y optimismo juvenil que oculta la verdadera realidad cartografiada por los institutos demoscópicos: en España cada vez asisten menos feligreses a misa, hay menos vocaciones y la adscripción a la Iglesia Católica languidece. Esta institución se va encaminando a convertirse en un referente funcionarial para la sucesión ritual bodas-bautizos-comuniones-funerales… y un gestor de fiestas de interés turístico (Semana Santa, fiestas patronales…). De momento el simulacro, con permiso de Baudrillard, les funciona. Pan para hoy y hambre para mañana.