¿QUÉ VAS A ENCONTRAR AQUÍ?

´El Nuevo Jeremías reflexiona desde su condición de cristiano, sin aditamentos, seguidor de Jesús de Nazaret.

Tú cíñete por tanto los costados, levántate y diles todo lo que yo te ordenaré, no tiembles ante ellos, de lo contrario, te haré temblar ante ellos. Hoy te constituyo en fortaleza, en muro de bronce frente a todo el país, frente a los reyes de Judá y sus jefes, frente a sus sacerdotes y el pueblo del país. Combatirán contra ti, pero no te vencerán.
Jer. 1, 4-5, 17-18

domingo, 8 de julio de 2012

¿POR QUÉ TODOS LOS SINVERGÜENZAS VAN A MISA AL PUNTO DE LA MAÑANA?

¿Por qué todos los sinvergüenzas van a misa al punto de la mañana? Franco, Carrero Blanco, Videla, Pinochet... En tales casos debía ser para lavar sus innumerables crímenes. Pero hay otros con un legado menos sangriento y épico-siniestro, como el ex Presidente del Consejo del Poder Judicial. Don Carlos Divar, servidor público acreedor del segundo mayor sueldo tras el Rey, ha cargado a ese erario que tan mal le trata un buen puñado de viajes y cenas en Marbella. Dicen algunas fuentes que en compañía de su amante, masculino por más señas. Nos trae sin cuidado de quién se hace acompañar y con quién fornica este señor felizmente descabalgado de la cúspide judicial. Además, como miembro del Opus Dei, siempre tendrá el confesor comprensivo y la misa matinal para purgar sus pecados. Eso explica que cuando el juez Grande Marlasca le comentara que se iba a casar con un hombre, Divar, al parecer, le  indicó que "rezaría por él". Más allá de leyendas, anécdotas y habladurías, el problema estriba en que el ex presidente del Tribunal Supremo llegó a pensar que con esa sacra lavativa matutina se le iba a borrar también su grave falta de ética ciudadana. A Dios lo que divino y a la res publica lo humano. Pues estos meapilas aupados a las máximas dignidades del Estado se piensan que se puede hacer lo que uno quiera en el orden temporal porque luego todo se perdona en el orden divino. Eso explica que los Franco, Pinochet y compañía expiraran, según sus allegados, con la conciencia muy tranquila y bendecidos por la Santa Madre Iglesia. Afortunadamente no lo han sido por la conciencia ciudadana ni lo serán por la Historia.