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´El Nuevo Jeremías reflexiona desde su condición de cristiano, sin aditamentos, seguidor de Jesús de Nazaret.

Tú cíñete por tanto los costados, levántate y diles todo lo que yo te ordenaré, no tiembles ante ellos, de lo contrario, te haré temblar ante ellos. Hoy te constituyo en fortaleza, en muro de bronce frente a todo el país, frente a los reyes de Judá y sus jefes, frente a sus sacerdotes y el pueblo del país. Combatirán contra ti, pero no te vencerán.
Jer. 1, 4-5, 17-18

sábado, 15 de diciembre de 2012

BUSCANDO SOLUCIONES: LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN



El programa de Salvados propone ahora "Reiniciar España". Esta invitación al reseteo positivo de un país arrumbado me hizo pensar que quizá la vertiente de lamento y azote que caracteriza a Nuevo Jeremías debiera dejar paso a otra más constructiva donde se plantearan salidas positivas a tanta crisis y desesperación. Precisamente en ese programa del pasado día 10 de diciembre Paco Álvarez hablaba de la "Economía del Bien Común". Decidido ya a cambiar mi discurso hacia propuestas de soluciones en lugar de hurgar en las heridas, me acordaba de cómo mis profesores adoctrinaban machaconamente con el concepto tomista del Bien Común, sistemáticamente advocado por la doctrina social de la Iglesia. ¿Por qué no lo proponen ahora con esta nueva formulación que acabo de comentar? Quizá porque la Jerarquía está demasiado apegada a los poderes que están empeñados en mantener el actual statu quo económico. La Economía del Bien Común propone, por ejemplo, que en una empresa o institución las diferencias salariales entre el que menos y más cobra nunca deben superar la proporción de 1 a 20. Por ahí debiera ir, sin ir más lejos, la reivindicación de nuestra Iglesia, en lugar de obsesionarse con la secularización y el adoctrinamiento a través de asignaturas de religión y otras obsesiones espiritualistas. Eso sí que es poner en práctica el Bien Común en una clave actualizada del concepto escolástico, eso sí que es contribuir a la caridad y a la solidaridad... Pero ya se sabe que, Vaticano dixit, en cuanto aterrizamos en los aspectos sociales, eso peretenece a los hombres y no de Dios. Con esa actitud escapista la Iglesia oficial está privilegiando al común bien de unos pocos que, eso sí, posiblemente cumplan con el precepto de la misa dominical.

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