¿QUÉ VAS A ENCONTRAR AQUÍ?

´El Nuevo Jeremías reflexiona desde su condición de cristiano, sin aditamentos, seguidor de Jesús de Nazaret.

Tú cíñete por tanto los costados, levántate y diles todo lo que yo te ordenaré, no tiembles ante ellos, de lo contrario, te haré temblar ante ellos. Hoy te constituyo en fortaleza, en muro de bronce frente a todo el país, frente a los reyes de Judá y sus jefes, frente a sus sacerdotes y el pueblo del país. Combatirán contra ti, pero no te vencerán.
Jer. 1, 4-5, 17-18

lunes, 21 de enero de 2013

LA CORRUPCIÓN ES EL PROBLEMA

Las revelaciones sobre el caso Bárcenas revelan un secreto a gritos: la financiación ilegal de los partidos en España, la corrupción sistémica que afecta a las organizaciones políticas principales. Este es un problema politico, un problema social (más en estos tiempos de sacrificios para los ciudadanos) y un problema ético de primer orden. La Iglesia debería ser vanguardia en la denuncia de este cáncer. Algo de ello ha intuido el ultraconservador pero con olfato obispo Munilla, más pegado a la realidad que el resto de sus seráficos compañeros de la Conferencia Episcopal. Y especialmente el presidente, Monseñor Rouco Varela, más preocupado porque el Gobierno le reciba que por cantarle las verdades del barquero al presidente que con más contundencia está gobernando contra los intereses de los ciudadanos (y también de sus feligreses). El silencio también es elocuente políticamente y no me parece exagerada la afirmación de algunos periodistas  de que "Rouco está convirtiendo la Iglesia española en una sucursal del PP". La ciudadanía está cada vez más indignada y mira a la Iglesia y solo encuentra silencio cómplice. Y luego se extrañan de que la filegresía es cada vez más menguante...



viernes, 11 de enero de 2013

EN POSITIVO PARA EL 2013. SOY FELIZ EN ARMONÍA ESPIRITUAL CON EL UNIVERSO

Nuevo Jeremías quiere comenzar el 2013 traicionando levemente su habitual tono jeremíaco, valga la redundancia. Una vez al año… , o quizá también por aquello de los buenos propósitos… Nuevo Jeremías empezó a blandir el látigo porque veía que todo era impostura y simulacro a su alrededor. Un sentimiento parecido debió experimentar Cristo cuando decidió expulsar a los mercaderes del templo… Pero Nuevo Jeremías sabe que el cristianismo es un mensaje en positivo, por eso ahora quiere hacer profesión de este credo optimista.
¡Soy feliz porque soy cristiano! Esto me colma, me hace vibrar… Ser cristiano (no confundir con “ser católico” a la vieja usanza) es una manera decente de afrontar el mundo, de integrar todas las astillas en que ha saltado este mundo hipercomunicado en su clamorosa soledad y ruido hueco. Entiendo el mensaje de Jesús de Nazaret como una liberación total, como un camino gozoso hacia la plenitud humana; sí, aquí en la Tierra, sin necesidad de esperar a paraísos futuros. Conforme más profundizo en el Evangelio más me percato de que es un mensaje para ser feliz aquí. ¿Y el mal? El mal existe, naturalmente, pero es la concreción en los seres humanos de los impulsos de poder, avaricia y ambición. Curiosamente todos los demonios parecen encarnarse en este miserable capitalismo deshumanizado que se ha impuesto como única salida. Todos los valores se supeditan al Mercado, al poseer, al aparentar. Y eso no nos hace felices (<<es más difícil que un rico….>>), por eso Cristo arrojó su ira contra aquellos mercaderes que nos desvían del objetivo principal: llevar una vida rica y equilibrada espiritualmente. Por eso, aunque tengo ganas de seguir fustigando o de huir del mundo, sigo proclamando que vivir en esa armonía con el universo (Cristo, Buda y otros profetas lo proclamaron) es la única vía para alcanzar la verdadera felicidad, que no está precisamente en el centro comercial más cercano.

martes, 1 de enero de 2013

BENEDICTO XVI, EL DOBLE LENGUAJE Y EL CAPITALISMO FINANCIERO



Benedicto XVI ha hablado en su primer discurso del 2013 de “las consecuencias del capitalismo financiero no regulado”. Bienvenida sea esta constatación, pero me temo que suena a proclama políticamente correcta que se queda, una vez más, en el limbo teórico. En la praxis política la jerarquía de la Iglesia Católica apoya a aquellos partidos, algunos se denominan incluso “democristianos”, que defienden esas prácticas alienantes. ¿Dónde queda pues el papel del Papa y la Jerarquía? Pues donde siempre, en una dimensión terapéutica que en el fondo sirve para refrendar las estrategias del Poder capitalista. Según la ya célebre sentencia apócrifa de El Quijote, la iglesia “ladra” un poco, sin salirse de tono, para que los dominadores de siempre sigan “cabalgando”… Por eso, Benedicto XVI, siempre tan ecuánime, tras la reprimenda al capitalismo ha señalado que eso se compensa con la “vocación innata de la humanidad por la paz” (qué curioso, esta es la frase que el PP ha destacado del Pontífice). Roma sabe dar una de cal y otra de arena. Roma siempre guarda las formas (¡ah, la diplomacia vaticana!) de cara a una opinión pública pero luego apoya a los de siempre (desde el 313 a los mismos). Por eso están tan cómodos con esta Iglesia… ¿Qué queda del mensaje profético y revolucionario de Jesús? Nada, hace tiempo que la institución Católica, Apostólica y Romana dejó de ser cristiana.